Vía:Los Ángeles Times | Felch Jason (Traducción: .Guillermo Caso de los Cobos para Terrae Antiqvae). Ver el blog de Guillermo Caso de los Cobos
La icónica estatua de Afrodita (también conocida como Venus de Morgantina) del Museo J. Paul Getty (Los Ángeles, California), que se había convertido en un símbolo de la participación de los museos de América en el comercio ilícito de antigüedades, se ha dado a conocer, el pasado martes, en su nueva casa, en la colina azotada por el viento de la ciudad siciliana de Aidone, poniendo así fin a una controversia que ha sacudido el mundo de los museos durante la última década.
Una caótica melé de políticos, periodistas, gente del pueblo y dos funcionarios del Museo J. Paul Getty, se apiñaron en el pequeño museo de un antiguo convento de los capuchinos para ver la estatua de piedra caliza y mármol, de dos metros de altura y esculpida entre el 425 y el 400 a. C., que el museo mencionado compró en 1988 por 18 millones de dólares, a pesar de las señales de que la estatua había sido recientemente robada y sacada de contrabando fuera de Italia.
"Creo que es una gran victoria para lo que nosotros llamamos en Italia ética y aplicación de la ley", dijo Francesco Rutelli, funcionario del ministerio de cultura italiano, el cual negoció el retorno de la estatua. En un momento dado, Rutelli había amenzado al Museo J. Paul Getty con un bloqueo cultural de colaboración si la estatua no era devuelta. "Ha sido un final feliz, pero con una dura lucha".
Dos funcionarios del Museo J. Paul Getty, asistentes a la ceremonia, dieron las gracias a Italia por su reciente cooperación en una serie de préstamos arqueológicos que han seguido al retorno de la estatua. En un comunicado, el director interino de dicho museo, David Bomford, dijo que el evento del martes "marca un nuevo capítulo en la historia de la escultura antigua".
"La decisión de devolver la estatua a Sicilia ha sido un punto de inflexión en la historia de la colección de antigüedades del Museo J. Paul Getty; uno de los que más ha estado lleno de tensión, con mucho debate", dijo Bomford. "Sin embargo, al final, sobre la base de una investigación académica y razonada, se ha tomado, sin lugar a dudas, la decisión correcta".
Un desfile de políticos regionales, junto con el nuevo ministro de cultura de Italia, Giancarlo Galan, asistieron al evento en esta ciudad de 6.000 personas. Los sicilianos esperan que la estatua se convierta en un reclamo para la incipiente industria de turismo arqueológico de la región.
El Museo Arqueológico de Aidone, donde ahora se verá la estatua, recibe unos 10.000 visitantes al año, una gota en comparación con los más de 400.000 que visitan la Villa Getty cada año. Pero las autoridades locales esperan que la diosa atraerá pronto a muchos de los turistas que visitan los mosaicos romanos en las cercanías de Piazza Armerina, declarados por la UNESCO patrimonio de la humanidad.
"Nuestro objetivo es que, dentro de tres años, Aidone tenga 150.000 visitantes anuales", dijo Sebastián Missineo, responsable gubernamental de cultura en Sicilia.
Bajo una ligera lluvia, una banda de servicios forestales tocaba el himno de Sicilia. Después la multitud se concentró en el salón de reuniones de la ciudad. Media docena de figuras políticas locales, llevando cintas de color rojo, blanco y verde, tomaron alternativamente el micrófono para saludar el retorno de la estatua. Posteriormente, el grupo caminó por las empinadas calles empedradas de Aidone hasta el museo arqueológico, el cual alberga cientos de objetos encontrados en las ruinas cercanas de Morgantina, un antiguo asentamiento griego que data del siglo V a. C.
Algunas de los mejores reliquias de Morgantina terminaron en museos americanos. Pero después de años de arduas investigaciones, el museo ha visto una inesperada recuperación de los mismos. También se exhibe un servicio de plata de 16 piezas devueltas por el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York en febrero de 2010, y dos bustos de mármol de las diosas de la fertilidad, Deméter y Perséfone, anteriormente en posesión del coleccionista norteamericano Maurice Tempelsman.
Una caótica melé de políticos, periodistas, gente del pueblo y dos funcionarios del Museo J. Paul Getty, se apiñaron en el pequeño museo de un antiguo convento de los capuchinos para ver la estatua de piedra caliza y mármol, de dos metros de altura y esculpida entre el 425 y el 400 a. C., que el museo mencionado compró en 1988 por 18 millones de dólares, a pesar de las señales de que la estatua había sido recientemente robada y sacada de contrabando fuera de Italia.
"Creo que es una gran victoria para lo que nosotros llamamos en Italia ética y aplicación de la ley", dijo Francesco Rutelli, funcionario del ministerio de cultura italiano, el cual negoció el retorno de la estatua. En un momento dado, Rutelli había amenzado al Museo J. Paul Getty con un bloqueo cultural de colaboración si la estatua no era devuelta. "Ha sido un final feliz, pero con una dura lucha".
Dos funcionarios del Museo J. Paul Getty, asistentes a la ceremonia, dieron las gracias a Italia por su reciente cooperación en una serie de préstamos arqueológicos que han seguido al retorno de la estatua. En un comunicado, el director interino de dicho museo, David Bomford, dijo que el evento del martes "marca un nuevo capítulo en la historia de la escultura antigua".
"La decisión de devolver la estatua a Sicilia ha sido un punto de inflexión en la historia de la colección de antigüedades del Museo J. Paul Getty; uno de los que más ha estado lleno de tensión, con mucho debate", dijo Bomford. "Sin embargo, al final, sobre la base de una investigación académica y razonada, se ha tomado, sin lugar a dudas, la decisión correcta".
Un desfile de políticos regionales, junto con el nuevo ministro de cultura de Italia, Giancarlo Galan, asistieron al evento en esta ciudad de 6.000 personas. Los sicilianos esperan que la estatua se convierta en un reclamo para la incipiente industria de turismo arqueológico de la región.
El Museo Arqueológico de Aidone, donde ahora se verá la estatua, recibe unos 10.000 visitantes al año, una gota en comparación con los más de 400.000 que visitan la Villa Getty cada año. Pero las autoridades locales esperan que la diosa atraerá pronto a muchos de los turistas que visitan los mosaicos romanos en las cercanías de Piazza Armerina, declarados por la UNESCO patrimonio de la humanidad.
"Nuestro objetivo es que, dentro de tres años, Aidone tenga 150.000 visitantes anuales", dijo Sebastián Missineo, responsable gubernamental de cultura en Sicilia.
Bajo una ligera lluvia, una banda de servicios forestales tocaba el himno de Sicilia. Después la multitud se concentró en el salón de reuniones de la ciudad. Media docena de figuras políticas locales, llevando cintas de color rojo, blanco y verde, tomaron alternativamente el micrófono para saludar el retorno de la estatua. Posteriormente, el grupo caminó por las empinadas calles empedradas de Aidone hasta el museo arqueológico, el cual alberga cientos de objetos encontrados en las ruinas cercanas de Morgantina, un antiguo asentamiento griego que data del siglo V a. C.
Algunas de los mejores reliquias de Morgantina terminaron en museos americanos. Pero después de años de arduas investigaciones, el museo ha visto una inesperada recuperación de los mismos. También se exhibe un servicio de plata de 16 piezas devueltas por el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York en febrero de 2010, y dos bustos de mármol de las diosas de la fertilidad, Deméter y Perséfone, anteriormente en posesión del coleccionista norteamericano Maurice Tempelsman.
La compra de la estatua de la diosa por el Museo J. paul Getty provocó en su día un escándalo internacional después de que las autoridades italianas afirmaran que había sido excavada ilegalmente en Morgantina. Pero la evidencia clara que vinculaba la estatua al mencionado lugar resultó difícil de alcanzar, y la escultura se convirtió en un complemento clave para lo que pronto acabaría siendo una colección de antigüedades de clase mundial.
En la década de 1990 los estudios científicos de la piedra caliza de la estatua la vincularon a una cantera de Sicilia, a media hora de Morgantina. Pero sólo después de una acusación penal a la conservadora de antigüedades del Museo J. Paul Getty, Marion True, comenzaron a realizarse serias negociaciones con Italia sobre el retorno de la estatua.
Foto: Área arqueológica de Morgantina
En 2007 la diosa fue uno de los 40 objetos que el Museo J. Paul Getty prometió devolver a Italia como parte de un acuerdo cultural más amplio, el cual ha puesto en marcha una nueva era de colaboración entre el museo y su, por largo tiempo, antagonista.
Entre los ciudadanos que la robaron estaban varios antiguos "clandestini", el término siciliano para los saqueadores, dijeron funcionarios locales. Durante décadas, el saqueo ha sido una fuente de ingresos para los residentes, en uno de los rincones más depauperados de la región más pobre de Italia.
El evento estuvo marcado con momentos de confusión, con la multitud tratando de empujar para entrar en el museo, el cual oficialmente tiene capacidad para alrededor de 150 personas.
"¿La confusión?", comentó un oficial uniformado de azul de los Carabinieri, la policía nacional de Italia, mientras observaba la acometida. "¡En Sicilia, eso es un caos y no una confusión!"
Entre los ciudadanos que la robaron estaban varios antiguos "clandestini", el término siciliano para los saqueadores, dijeron funcionarios locales. Durante décadas, el saqueo ha sido una fuente de ingresos para los residentes, en uno de los rincones más depauperados de la región más pobre de Italia.
El evento estuvo marcado con momentos de confusión, con la multitud tratando de empujar para entrar en el museo, el cual oficialmente tiene capacidad para alrededor de 150 personas.
"¿La confusión?", comentó un oficial uniformado de azul de los Carabinieri, la policía nacional de Italia, mientras observaba la acometida. "¡En Sicilia, eso es un caos y no una confusión!"
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