Irene Hdez. Velasco | Roma
- Hallan las siete estatuas de mármol que inspiraron al poeta latino
Los arqueólogos aseguran que se trata de un hallazgo absolutamente
excepcional: siete imponentes estatuas de mármol de la época del
emperador Augusto, cada una de ellas de más de dos metros de altura, han
sido encontradas a las afueras de Roma, cerca de la localidad de
Ciampino. Las siete estatuas narran el mito de Níobe, la orgullosa madre de 12 hijos que,
según la mitología griega, tanto se vanagloriaba de su numerosa prole
que fue castigada por los dioses a presenciar con sus propios ojos la
muerte de sus vástagos.
Los especialistas consideran que el conjunto de estatuas podría haber
servido de inspiración al poeta Ovidio a la hora de cantar el mito de
Níobe en sus 'Metamorfosis', el gigantesco poema en versos hexámetros en
el que narró la historia del mundo desde su creación hasta la
deificación de Julio Cesar. Al fin y al cabo las estatuas, muy sucias y medio corroidas por
la acidez de la tierra en la que estaban enterradas, decoraron en sus
buenos tiempos la villa de campo de Valerio Messalla Corvino, un consul
romano del siglo I a.C., amigo del emperador Augusto y mecenas de
numerosos artistas y poetas, incluido el propio Ovidio.
Todo indica que el muy rico cónsul Mesalla tenía una magnífica casa
en el Palatino de Roma, la colina donde vivían los potentados de la
época. Pero era en su casa a las afueras de la ciudad,
una villa sin duda majestuosa, donde Mesalla celebraba tertulias
literarias a las que eran asiduos, a parte del propio Ovidio, los poetas
Horacio, Albio Tibullo y Ligdamo.
La localización de la villa campestre de Mesalla se conoce desde
finales del siglo XIX. Pero sólo ahora un grupo de arqueólogos de la
región de Lazio, bajo la dirección de Alessandro Betori,
ha llevado a cabo excavaciones en la zona. En las tareas de exploracion
han sido encontradas una zona de termas con fragmentos de mosaicos y
una piscina exterior de de 20 metros de longitud con las paredes
pintadas de azul. Dentro precisamente de esa piscina han sido halladas
las siete esculturas de Níobe.
Según la reconstrucción realizada por los arqueólogos, las estatuas
decoraban los cuatro lados de la piscina y el centro de la misma. La
hipótesis es que si han sobrevivido hasta nuestros días tal vez ha sido a
causa de un terremoto, que en el siglo II podría haber hecho caer las
estatuas a la piscina, donde han permanecido sepultadas e invioladas
durante siglos.
"En el grupo de esculturas encontradas destacan dos figuras
mascuilnas de jóvenes que contenmplan el asesinato de los hermanos, y
que a todas luces parecen inéditas. Pero, sobre todo, la villa de la que
proceden esas esculturas pertenecía a Messalla, protector de Ovidio", señala Betori en declaraciones al diario 'La Repubblica'.
El problema ahora será restaurar esas siete estatuas, corroídas por
el alto nivel de acidez de la tierra en la que han estado enterradas
durante casi 2.000 años. "Se trata efectivamente de un problema muy
particular, estamos estudiando dos fragmentos para decidir cómo
intervenir. La tierra ha penetrado en el interior del marmol, y hay que valorar cómo sacarla", explica la restauradora Gisella Capponi.
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