Vía: Universidad de Bonn | 14 de noviembre de 2011 | Traducción: G.C.C. para Terrae Antiqvae
Los griegos no siempre estuvieron en una situación financiera tan
desesperada como en la actualidad. Arqueólogos alemanes han descubierto
en Sicilia una gran zona comercial de la antigua Grecia durante unas
excavaciones.
Dirigidos por el profesor Dr. Martin Bentz
(foto a la izquierda), los arqueólogos de la Universidad de Bonn
comenzaron desenterrando uno de los mayores barrios de artesanos en la
ciudad colonial griega de Selinunte
(siglos VII al III a. C.), en la isla de Sicilia, durante dos campañas
de excavación realizadas en septiembre de 2010 y otoño de 2011.
El proyecto se lleva a cabo en colaboración con las autoridades italianas y el Instituto Arqueológico Alemán. Su objetivo es el estudio de un área de la vida cotidiana en las antiguas ciudades, algo que hasta ahora ha recibido poca atención.
El proyecto se lleva a cabo en colaboración con las autoridades italianas y el Instituto Arqueológico Alemán. Su objetivo es el estudio de un área de la vida cotidiana en las antiguas ciudades, algo que hasta ahora ha recibido poca atención.
"Una concentración de ciertas 'industrias' y artesanías
en distritos especiales no sólo suponen la planificación proactiva, sino
que también se basa en una cierta idea de cómo una ciudad debe
organizarse mejor desde un punto de
vista práctico, así como desde una perspectiva social y política, por ejemplo, lo que les permitirá vivir y dónde trabajar". Las excavaciones de Universidad de Bonn están contribuyendo a la búsqueda de nuevas respuestas a estas cuestiones.
Hornos enormes usados comunalmente
La concentración en un barrio determinado de la ciudad de Selinunte se aplicó principalmente a los talleres de cerámica, los cuales fueron reunidos en las afueras del asentamiento, a la sombra misma de la muralla de la ciudad. "En consecuencia, el humo, el olor y el ruido, no molestaban demasiado a los demás habitantes", explica el Dr. Zuchtriegel.
Hornos enormes usados comunalmente
La concentración en un barrio determinado de la ciudad de Selinunte se aplicó principalmente a los talleres de cerámica, los cuales fueron reunidos en las afueras del asentamiento, a la sombra misma de la muralla de la ciudad. "En consecuencia, el humo, el olor y el ruido, no molestaban demasiado a los demás habitantes", explica el Dr. Zuchtriegel.
Las excavaciones están en manos de profesores y estudiantes de Bonn y
Roma, y son agotadoras, ya que se desarrollan en agosto y septiembre,
cuando el calor alcanza su punto máximo y, en cambio, hay muy poca
lluvia.
"Este trabajo es un reto para todos los involucrados", comentó el director de la excavación, Martin Bentz. "Esto no es un viaje de camping".
Pero para los estudiantes es una gran oportunidad de aprender los
métodos arqueológicos en la práctica. Los investigadores de Bonn se
sorprendieron al encontrar, incluso, restos de hornos en talleres del
siglo V a. C. Aunque estos hallazgos no han sido todavía completamente
excavados, todo parece indicar -según los arqueólogos- que existían
talleres de cerámica en el mismo lugar durante la fase temprana de la
ciudad, en el siglo VI a. C. Esto significa que los artesanos fueron,
probable e intencionalmente, ubicados en los límites de la ciudad
durante el diseño de la misma, la cual fue -como muchas otras colonias-.
planeada en un tablero de dibujo.
Foto: Templo "C", dedicado a Apolo.
Reconstruyendo el pasado
Los hallazgos del barrrio de artesanos no son exactamente tesoros, pero siguen siendo valiosos para la reconstrucción del pasado. En la primera fase, los más diversos hallazgos de vasijas de barro, tejas y bronces -entre ellas había también importaciones procedentes de Atenas y Esparta - indican que la vivienda y el trabajo fueron alojados juntos. En el transcurso del siglo quinto, las dos áreas fueron separándose cada vez más.
"Esperamos mejorar nuestra comprensión de todo ello en el futuro", dijo el profesor Martin Bentz. Pero hasta ahora, advierte, se sabía poco acerca de las condiciones sociales que prevalecían en la fundación de una colonia. Lo cierto es que muchas veces fue el hambre y la necesidad lo que llevó a los colonos a emigrar y fundar una nueva ciudad. ¿Por qué, y bajo qué condiciones, algunos de ellos se convirtieron en artesanos, agricultores, y otros incluso en ricos propietarios de tierras que podían permitirse el lujo de participar en los Juegos Olímpicos? Son preguntas sobre las cuales las excavaciones pueden arrojar algo de luz.