POR Guillermo Caso de los Cobos
Un descubrimiento arqueológico único se ha hecho en la isla de Gotland (Suecia): una máscara de bronce, de dos mil años de edad, ha sido ofrecida a la Junta del Condado. Probablemente sea una máscara de las que utilizaban los oficiales de caballería romana.
La máscara fue ofrecida la semana pasada a la Junta del Condado por su dueño, el cual la obtuvo a través de una herencia. Él pensó que era importate, y que era mejor que un museo se hiciera cargo de ella, según informa Marie-Louise Hellquist, anticuaria del Consejo de Administración del Condado de Gotland.
Inmediatamente, Marie-Louise Hellquist se puso en contacto con el Museo de Gotland, el cual, a su vez, contrató a un experto, quien diagnosticó que se trataba de una máscara romana utilizada en juegos ecuestres.
"Dado su estado, no parece que la máscara fuera hallada en el campo (mediante un detector de metales) en tiempos recientes", aduce Marie-Louise Hellquist.
El Consejo Nacional de Patrimonio deberá decidir ahora dónde se custodiará la máscara.
"La solución es probable que tarde algún tiempo, por desgracia. La enviaremos a Estocolmo donde se determinará su valor e importancia. En cualquier caso, tal vez pueda realizarse alguna copia de la máscara, a fin de que pueda apreciarse en Gotland".
Al fin y al cabo, la Junta del Condado de Gotland desea que la máscara, su estudio y conclusiones, sean mostrados en el Museo de la ciudad.
La máscara fue ofrecida la semana pasada a la Junta del Condado por su dueño, el cual la obtuvo a través de una herencia. Él pensó que era importate, y que era mejor que un museo se hiciera cargo de ella, según informa Marie-Louise Hellquist, anticuaria del Consejo de Administración del Condado de Gotland.
Inmediatamente, Marie-Louise Hellquist se puso en contacto con el Museo de Gotland, el cual, a su vez, contrató a un experto, quien diagnosticó que se trataba de una máscara romana utilizada en juegos ecuestres.
"Dado su estado, no parece que la máscara fuera hallada en el campo (mediante un detector de metales) en tiempos recientes", aduce Marie-Louise Hellquist.
El Consejo Nacional de Patrimonio deberá decidir ahora dónde se custodiará la máscara.
"La solución es probable que tarde algún tiempo, por desgracia. La enviaremos a Estocolmo donde se determinará su valor e importancia. En cualquier caso, tal vez pueda realizarse alguna copia de la máscara, a fin de que pueda apreciarse en Gotland".
Al fin y al cabo, la Junta del Condado de Gotland desea que la máscara, su estudio y conclusiones, sean mostrados en el Museo de la ciudad.
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No deja de ser curioso que una máscara ritual de este tipo haya aparecido en zona tan lejana de los confines del imperio romano. A saber cómo acabó en tan lejanos parajes y cómo fue a parar en manos de alguien sucesivamente.
Lo que también llama la atención inmediatamente es que, el único ojo que tiene, está tapado. Si estuvieran tapados los dos sería complicado verla como una máscara que se usara en ceremonias rituales. Claro que también cabe la posibilidad que el otro ojo estuviera abierto, y, en consecuencia, fuese la máscara de un caballero romano tuerto. O bien, que, sencillamente, se utilizara para otros fines.
En cualquier caso, de la múltiples máscaras rituales que se pueden ver, por ejemplo, en este enlace, todas tienen la posibilidad de visión por ambos ojos.
De momento, la información ofrecida es la que es: sumamente parca. Habrá que esperar a ver si dicen algo más sobre la misma en el futuro.
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