jueves, 1 de marzo de 2012

La otra «Itálica» cordobesa

El foro, el santuario y sus esculturas únicas colocan a Torreparedones como un filón arqueológico de máximo nivel



Para los no entendidos, el yacimiento baenense de Torreparedones no deja de ser eso, un yacimiento más. Pero para los expertos, arqueólogos e historiadores, estos restos son algo extraordinario. Lo dejaron patente en las conferencias municipales sobre «El ciclo escultórico de la colonia Ituci Virtus Iulia», celebradas esta semana, expertos como el profesor de la Universidad de Córdoba, Ángel Ventura, para el que la excepcionalidad del yaciemiento está en su foro. Para el director del Museo Histórico-Arqueológico de Baena y arqueólogo municipal, José Antonio Morena, lo es por el santuario, y para el catedrático de Arqueología de la Universidad de Córdoba, Carlos Márquez, lo es por su ciclo escultórico.
De éste asegura «que es absolutamente único y comparable con el que apareció en Itálica en el siglo XIX porque lo que ha aparecido durante los últimos años en yacimientos tan importantes como el de Segóbriga distan mucho de ofrecer un panorama similar al que está apareciendo en Torreparedones».
 El profesor Márquez basa sus afirmaciones en que «en él está presente una tipología completísima de todo lo que aparece en otros foros de la Península Ibérica. Aparecen esculturas civiles, militares, cabezas de emperadores. Aparece todo», incide. Pero además, «se encuentran unas piezas que son únicas en la Península Ibérica: Unos sedentes togados que en la Península no han aparecido y difícilmente se encuentran en el Imperio». Estas esculturas se hallaban a mediados de diciembre de 2011 durante la excavación de la curia. Son tres piezas, una femenina y dos masculinas, partidas por la mitad.
De la primera, según explica el profesor, «hay muchos paralelos, como la conocida como Livia de Baena, que se encuentra en el museo arqueológico nacional». Pero las piezas masculinas «son únicas» ha afirmado, puesto que «en Hispania no hay ningún paralelo que conozca en el ámbito oficial, hay alguno en el ámbito funerario pero no es el caso, de ahí su importancia».
Además, estas imágenes masculinas sentadas despiertan un interés especial para el catedrático de la Universidad de Córdoba porque sobre ellas «hay cuestiones que no están cerradas, que no me explico», reconoce. Una de estas cuestiones es que «están sentadas y eso no es normal» y «además uno de ellos lleva un calzado militar, un mulleus, y eso es de una rareza extraordinaria». Según explica este experto «habitualmente este calzado va acompañado de una coraza militar nunca de una vestimenta civil».
Para Carlos Márquez estas piezas son las más representativas de todo el conjunto escultórico de Torreparedones, incluso más que la cabeza del emperador Augusto hallada a finales del mes de noviembre de 2011. Aunque todavía falta por excavar la basílica y los alrededores del templo de la ciudad romana, lugares, ambos, en los que pueden aparecer más imágenes, el profesor descarta que se amplíe la tipología existente hasta ahora o que «salgan piezas distintas» pero afirma que «cualquier fichaje nuevo será bienvenido y dará mayor trascendencia al yacimiento».

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