miércoles, 12 de enero de 2011

ARQUEOLOGÍA ROMANA: El interior de la puerta oriental de Torreparedones será visitable

El interior de la puerta oriental de Torreparedones será visitable



Imagen de la situación de la puerta tras los trabajos de restauración.
Foto:M.ARIZA
El Ayuntamiento de Baena ha fijado la apertura del yacimiento de Torreparedones para el próximo día 14. Hasta ahora, la lluvia ha impedido que se cumplieran las previstas. En estas visitas se podrá contemplar la puerta oriental. Su consolidación, restauración y puesta en valor es uno de los elementos más significativos del lugar y ha sido diseñado por el arquitecto Rafael Sánchez Sánchez y aprobado por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.
El arqueólogo municipal, José Antonio Morena, explica que se ha planteado una importante reconstrucción de las dos torres que flanquean esta puerta, consiguiendo una altura notable, con el objeto de recuperar la volumetría que ambos elementos tuvieron en su momento. “Que ambas torres debieron tener, en origen, esa altura es lógico, e incluso se podría pensar que fuese aún mayor, como cabe esperar de este elemento tan conspicuo, considerado como el principal de defensa, refuerzo y flanqueo en cualquier fortificación, y que, por lógica, debía rebasar la altura del propio lienzo amurallado en el que se ubica”, afirma.
La recuperación de esa volumetría permitirá que las torres puedan ser visitadas en su interior para conocer su singular técnica constructiva: un muro en cruz que genera cuatro compartimentos que estaban rellenos de piedra y cascote. “Este curioso sistema debió servir para ahorrar materiales, para atar los muros perimetrales de las torres dotándolas de mayor consistencia y, muy probablemente, también para servir de apoyo a un pilar central que sostendría el techo de una segunda planta que serviría como cuerpo de guardia, de modo similar a lo documentado en la Torre de Minerva de la muralla romana de Tarragona”, comenta.
La mampostería propuesta presenta una “cierta intención de normalización”, pues las piedras presentan una altura aproximada de 60 centímetros y sus anchos oscilan entre 60 y 120. Así que, en primera instancia, se ha planteado una retícula horizontal de 15 centímetros en la que cada 60 se prolonga la llaga que se insinúa en la mampostería existente. Dentro de esta horizontalidad se han ordenando las distintas piezas, que con el ancho invariable de 15 centímetros, tienen longitudes de 60, 90, 120 y 150 centímetros, colocándose entre ellas a hueso, sin llaga: la única llaga es la que va leyendo las diferentes hiladas. Por otro lado, se ha intentado buscar un cierto movimiento de las caras en cinco planos desfasados entre ellos de un 1,5 centímetros con el objeto de lograr una sensación claroscuro y de relieve.
Fuente: Diario de Córdoba

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